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Un Oscar llamado ATM18
Un DSO con el Mega88
Aunque hoy en día un osciloscopio ya no es tan caro como hace unos años, nosotros podemos hacerlo aún más barato. Nuestro proyecto ATM-18 tiene todo lo que necesitamos para montar un osciloscopio simple e, incluso cuando uno ya tiene un Oscar, el digiscopio ATM18 constituye un enriquecimiento.
Muchos de vosotros os acordaréis de cómo no hace mucho tiempo se hacía un ECG (electrocardiograma) o un EEG (electroencefalograma) en el médico. Un aparato con algunas agujas terminadas en punta con tinta dibujaban curvas sobre una hoja de papel que se desplazaba a un ritmo constante. De esta manera se pueden visualizar las señales eléctricas en su desarrollo temporal. Ni los médicos, ni tampoco los ingenieros electrónicos pueden ver u oír las corrientes y tensiones: sólo las pueden sentir cuando son suficientemente fuertes. El problema reside en que trabajamos con algo que no pueden captar nuestro cinco sentidos. Hace más de 150 años se intentaron visualizar y fijar de forma permanente tensiones. El primer osciloscopio era un aparato de medición electromecánico. Era aproximado, insensible y lento, pero podía hacer que las tensiones resultasen visibles. Los tubos de rayos catódicos descubiertos por Karl Ferdinand Braun, de quien reciben su nombre, fueron los primeros en sustituir al osciloscopio mecánico e iniciar una marcha triunfal que, tras más de 100 años, comienza a llegar a su fin.
Muchos de vosotros os acordaréis de cómo no hace mucho tiempo se hacía un ECG (electrocardiograma) o un EEG (electroencefalograma) en el médico. Un aparato con algunas agujas terminadas en punta con tinta dibujaban curvas sobre una hoja de papel que se desplazaba a un ritmo constante. De esta manera se pueden visualizar las señales eléctricas en su desarrollo temporal. Ni los médicos, ni tampoco los ingenieros electrónicos pueden ver u oír las corrientes y tensiones: sólo las pueden sentir cuando son suficientemente fuertes. El problema reside en que trabajamos con algo que no pueden captar nuestro cinco sentidos. Hace más de 150 años se intentaron visualizar y fijar de forma permanente tensiones. El primer osciloscopio era un aparato de medición electromecánico. Era aproximado, insensible y lento, pero podía hacer que las tensiones resultasen visibles. Los tubos de rayos catódicos descubiertos por Karl Ferdinand Braun, de quien reciben su nombre, fueron los primeros en sustituir al osciloscopio mecánico e iniciar una marcha triunfal que, tras más de 100 años, comienza a llegar a su fin.
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